Salir al sol cada mañana,
con la frente amplia, con las manos limpias.
Enfrentar la vida en cada esquina,
con los pies enraizados en el infinito.
Mirar a Dios de frente, que no se le olvide que estoy acá,
que no permanezco, me renuevo a cada paso.
Salir al sol cada mañana,
con mis fracasos a cuestas,
los amores marchitos y sus puñales de fuego,
mis muertos tan vivos,
el peso del mundo y los finales, no felices.
Salir al sol, a pesar de todo y con todo, cada mañana,
teniendo plena certeza de que todo es parte del camino.
Nadie me quita lo bailado
y aun, me sobra son para soñar.
N.P.S
16/12/10
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