9 de abril de 2010

En tú meciDos

Llorar la vida y regar la muerte.
Llorar la historia, llorARTE cuando el mundo, ahora, necesita agua limpia.
¿Cómo permanecer limpio en un mar aun sucio de ausencias?
¿Cómo flotar cuando el peso del pasado se acumula en mis pupilas?
Cuando un acorde me destroza los oídos y me fibrila el corazón.
Cuando no son mis manos las que escriben, ni mi conciencia la que elije, ni mis palmas las que apuntan al cielo, ni mis palabras…ni siquiera, las que me deletrean.
¿Cuánto llora un niño por la siembra contaminada de los ojos curtidos por el sol y esos amaneceres guardados en un baúl, incoloro y oxidado?
Ojos de miel y huellas de barro estancadas en mi garganta.
Candados y palomas blancas, plumas negras y llaves hundidas en el fondo de un mar salvaje.
La luna se aleja y tal vez ya nunca la he de alcanzar.
Correr es inútil cuando resbalamos con el mismo escalón de la miseria humana que nos ahoga.
Eslabones de una misma cadena en la estupida carrera que avanza sin rumbo, tras cada peldaño de desesperación y oscuridad.
Una mano, en el rincón de nuestra inexistencia, que me salve del vacío de tu presencia.
Nos corre la vida, nos alcanza la muerte y en ese estupido sin sabor permanecemos; intentando retener la esencia de lo permanente en lo transitorio.

N.P.S
03/04/10

5 de abril de 2010

¿Por qué no?



¿Vamos a elegir el odio y la discriminación,
o vamos a tener el valor de elegir el amor y el servicio?
Elisabeth Kubler Ross, La rueda de la vida.



¿Por qué no decorar el hospital? Me dije.
Ese “tan temido” neuropsiquiatrico ante el cual algunos ponen cara de espanto cuando comento que allí es donde “trabajo”. Que ganas eh, se animan a acotar otros, sin detectar prejuicio alguno en sus palabras. Así confirmo, una vez más, que los colifatos están afuera. Y que la locura es anacrónica y por eso algunos, decidimos pintarla. Y no se trata de algo que yo haya “hecho por ellos”, sino para todos. Es maravilloso descubrir que la base comunitaria, donde se inserte, no es la vocación de servicio para el otro, sino con el otro. Porque además, al fin y al cabo, todos somos un espejo y parte del mismo lazo aunque a veces tengamos la falsa ilusión de estar en puntas opuestas. El vuelto siempre es de más cuando uno da sin esperar más retribución que esa misma acción, la entrega y el amor incondicional son incalculables.

¿Por qué no salpicar las ventanas de colores, iluminar los ambientes con arco iris y una pizca de alegría? Esparcir mi Arte y las herramientas que me han sido otorgadas para poder robar una sonrisa, causar un suspiro o ver los ojos de otro ser, brillar.
¿Por qué no? Si no hay nada más gratificante en la vida que el servicio y el amor a todos y por todo. Sin duda es ese el viaje sin retorno que todos debemos emprender, ese es el camino que nos conducirá a una mejor muerte, también.
El viaje más necesario de todos es hacia el interior. Incluso, quizás, sea el único.
Y con la energía a flor de piel, mi madre sin saberlo, me ha regalado una bellísima frase que se alinea naturalmente con mi estado interior. La comparto como un mensaje y un espejo de quienes somos en realidad:
"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor, Recuerda: Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo" Albert Einstein

N.P.S
31/03/10