3 de julio de 2011

Aclarar, aclara

Convencida, tras cada paso, que aclarar siempre aclara a pesar de que oscurezca. Es más, cuanto más oscurece más aclara, más cerca estamos de la verdad, de destapar la olla a presión, de cortar la ultima tanza que sostiene la mascara perpetua que nos gobierna. Más cerca estamos de quebrar el caparazón, descoser el parche, romper la capsula. Mientras más aclaramos y nos embarramos, más nos acercamos a esa misma agua que nos va a enjuagar, purificando el barro. Cuanto más aclaramos, aunque creamos que oscurece, más luz echamos sobre las tinieblas, mas enceguecemos al ciego hasta el camino de la claridad absoluta. Pero claro…la luz también es un abismo, dice Olga, contagiándome su certeza. Lo que quiero decir es eso. Esa sensación de que cuanto más estamos enredados en nuestras propias palabras, intentando comunicarle al otro y a veces a nosotros mismos, lo que nos sucede en lo más recóndito de nuestras sombras entonces, más cerca estamos de la luz de que eso por fin, se aclare.

En términos psicoanalíticos podríamos decir que aclarar, que hacer conciente lo inconciente, es lo que nos abre el camino hacia el núcleo patógeno. Hacia ese ovillo enredado y oscuro que todos poseemos, cerca o lejos. Desenmarañar esa lana para poder tejer sueños, esperanza o quien sabe que cosas. Aclarar aunque oscurezca es un desafió a nosotros mismos y a los vínculos con el otro. Aclarar y aclararse, tanto intrasubjetivamente como intersubjetivamente, siempre es necesario y eficaz en todos los ordenes de la existencia. Es en parte la eterna lucha entre permanecer ciegos en la caverna, siendo felices en la ignorancia o tener la voluntad de salir de allí. De descubrir el mundo, de enfrentarse a él y a uno mismo sobre todo. Es como ese momento decisivo y alegórico, donde uno elije tomarse la pastilla azul o la roja.

Lo bueno es que todo, casi, es irreversible.

N.P.S

2011

Enigmas

Me parece que besas más con los ojos que con los labios,

que te describen más silencios que palabras

más dolores entonados, que lagrimas desentonadas.

Me parece que eso que no decís toma fuerza

y se escucha, yo lo oigo.


Pienso que tu distancia no es lejanía,

que tu misterio no es caprichoso,

que tu lado oscuro es mas claro que la luna.

Espera.

No, no es que tengas que afinar tus sentidos, son armónicos…

Es la proyección la que omite o desvirtúa, la que filtra algunas notas

la que a veces desentona.


No, no es que me extrañe tu sueño,

si en definitiva, es igual al mío

pero a veces me desvela.

Solo me intriga tu manera de despertar,

tu energía tímida,

tu media mañana,

tu desparpajo dulce.

En definitiva; me da curiosidad tu Alma.


No se quien sos y eso me gusta,

es el motor de la búsqueda.

No puedo completar el rompecabeza,

ni develarte, sos como un acertijo sin respuesta,

que grita en silencio que lo descubran.

A mi me encantan los desafíos

descifrarte…sin más pistas que lo que sos.


N.P.S

03/07/11