29 de septiembre de 2010

RATHA

Vivir es abrir los ojos.

Vivir es escuchar la voz del silencio.

Vivir es brillar en la oscuridad.

Vivir es bailar descalzo sobre el barro.

Vivir es sostener la mirada.

Vivir es ser conciente.

Vivir es divino.

Vivir es Ser.

Vivir es sonreírle a las sombras.

Vivir es pertenecer a cada partícula del Universo.

Vivir es reconciliarse con el vacío.

Vivir es conmoverse ante el asombro.

Vivir es una bendición.

Vivir es forjar tu propio destino.

Vivir es contemplar el misterio.

Vivir es jugar a ser adultos.

Vivir es un Arte.

Vivir es celebrar la existencia.

Vivir es un milagro.

Vivir es honrar la muerte.

Vivir es latir al unísono del Amor.

Vivir es acallar la mente.

Vivir es una intención…

La vida es un sueño; hazlo realidad.

Madre Teresa de Calcuta

N.P.S

29/09/10



16 de septiembre de 2010

Onoff

A veces pienso que hay botones que nunca deberían ser presionados.
Botones que desencadenan una serie de mecanismos impulsivos que casi por inercia se ponen en marcha antes de que uno pueda frenar lo que acontece.
Es como la flecha lanzada.
El efecto domino.
La teoría del caos.
Pienso que hay secretos con uno mismo que deberían morir así, con uno mismo.
Si, soy participe de la verdad, siempre, de no guardarse absolutamente nada, de ser sinceros y transparentes. De vomitar para que se no pudra, de exteriorizar como se pueda, de plasmar por medio del cualquier disciplina artística, de sublimar todo lo posible. Claro.
Pero…nobleza obliga. Pero…se me sale por los poros. Pero…se me ve en los ojos.
Hay un espacio entre uno mismo y uno mismo, donde laten esos susurros que apenas escuchamos o que nos dejan sordos. Ambos extremos son reales. A los primeros podemos esquivarlos, acallarlos pero los que nos ensordecen pujan por salir a la luz.
Y terminan saliendo de las maneras menos esperadas. Nos sorprenden.
Sabemos que exteriorizarlos es tomar de la punta de la madeja del ovillo y largarla al vacío. Es dejar que se desenvuelva en palabras absurdas que no están habitadas por un nosotros real. Es dejar que se anuden ridículas esperanzas con justificaciones y excusas pobladas de miedo.
Eso que ni siquiera podemos poner en palabras ordenadas, coherentes y poéticas.
No.
Salen así como una ensalada de sentimientos, un cóctel de emociones desorganizadas, un abecedario roto. Un sinsentido que nos cristaliza, posiblemente, en el lugar no indicado.
Por eso pienso que hay botones que nunca deben ser presionados.
Que son como teclas de encendido y apagado, donde uno no tiene control sobre lo que van a disparar. De cómo van a implosionar dentro de otro. De cómo frenar lo que ya se disparo en palabras.
Y sin embargo, a pesar del esfuerzo, a veces la mirada, el gesto sutil, el código cómplice, las manos…nos delatan más de lo que quisiéramos, entonces ¿Cómo callar eso que late para que no detone? ¿Cómo?



N.P.S
17/09/10

12 de septiembre de 2010

Conciencia melódica

La música como eco de lo impalpable.
Sutiles vibraciones rozan las palmas de mis manos y se dirigen hacia mi corazón.
Una suave melodía perfuma el aire. Un ritmo divino y circular que desciende del cielo me habita; así como habita el Alma de cada célula viviente.
Bendita la sutileza de sus notas acariciando mis sentidos.
Son sus manos de algodón, el acorde de Dios.
La pasión que nos contagia puebla la soledad de compañía, los pulmones de pureza, las manos de abundancia.
Pertenezco al milagro de entonar melodías sagradas que nos hacen volar.
Sin fronteras, sin dudas, sin miedos.
Volar.
La música recorre cada célula de mi cuerpo, que sonríe con toda la existencia.
Las vibraciones purifican cada rincón de mi ser, mi corazón es pura percusión.
Sube la temperatura, fluye la energía por mi pie derecho y todo se retroalimenta en un circulo natural de reciclaje infinito.
Es la música quien da forma al vacío, a esa nada tan poblada de todo.

Y después…la celebración del silencio.
El infinito silencio mental en el que nos sumergimos, entregándonos al devenir presente, el aquí y ahora de la existencia real.
Nuestra única oportunidad de ser plena y concientemente felices.
Las ilusiones se diluyen y permanece la luz del silencio que nos contempla.
Una inmortal sensación de tranquilidad fluye por todas nuestras dimensiones.
Respirar profundo, sonreír generosamente y sentir en el centro del Ser que uno esta donde debe estar:
allí; donde todos somos uno.
Allí, en ese núcleo cósmico que conforma la esencia de cada partícula que compone este maravilloso universo: EL AMOR.





….el cuerpo absorbe los sonidos y los convierte en Conciencia. Cuando estas sentado en Bhajans, todo tu cuerpo se empapa de energía y tiene lugar la transformación. Si te sientas a escuchar chismes o música violenta, eso también lo absorbe tu cuerpo.
Pero cuando escuchas Conocimiento o cantas con todo tu corazón, tu conciencia se eleva.
Sri Sri Ravi Shankar *




N.P.S
13/09/10


* del libro “Celebrando el Silencio”, El Arte de Vivir, fundación Internacional.