16 de septiembre de 2010

Onoff

A veces pienso que hay botones que nunca deberían ser presionados.
Botones que desencadenan una serie de mecanismos impulsivos que casi por inercia se ponen en marcha antes de que uno pueda frenar lo que acontece.
Es como la flecha lanzada.
El efecto domino.
La teoría del caos.
Pienso que hay secretos con uno mismo que deberían morir así, con uno mismo.
Si, soy participe de la verdad, siempre, de no guardarse absolutamente nada, de ser sinceros y transparentes. De vomitar para que se no pudra, de exteriorizar como se pueda, de plasmar por medio del cualquier disciplina artística, de sublimar todo lo posible. Claro.
Pero…nobleza obliga. Pero…se me sale por los poros. Pero…se me ve en los ojos.
Hay un espacio entre uno mismo y uno mismo, donde laten esos susurros que apenas escuchamos o que nos dejan sordos. Ambos extremos son reales. A los primeros podemos esquivarlos, acallarlos pero los que nos ensordecen pujan por salir a la luz.
Y terminan saliendo de las maneras menos esperadas. Nos sorprenden.
Sabemos que exteriorizarlos es tomar de la punta de la madeja del ovillo y largarla al vacío. Es dejar que se desenvuelva en palabras absurdas que no están habitadas por un nosotros real. Es dejar que se anuden ridículas esperanzas con justificaciones y excusas pobladas de miedo.
Eso que ni siquiera podemos poner en palabras ordenadas, coherentes y poéticas.
No.
Salen así como una ensalada de sentimientos, un cóctel de emociones desorganizadas, un abecedario roto. Un sinsentido que nos cristaliza, posiblemente, en el lugar no indicado.
Por eso pienso que hay botones que nunca deben ser presionados.
Que son como teclas de encendido y apagado, donde uno no tiene control sobre lo que van a disparar. De cómo van a implosionar dentro de otro. De cómo frenar lo que ya se disparo en palabras.
Y sin embargo, a pesar del esfuerzo, a veces la mirada, el gesto sutil, el código cómplice, las manos…nos delatan más de lo que quisiéramos, entonces ¿Cómo callar eso que late para que no detone? ¿Cómo?



N.P.S
17/09/10

4 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo Brida!
Hay cosas que no pueden expresarse, que son entre el YO y nosotros, entre el sadgurú y su discipulo amado... Jesús decía, cuando le preguntaban sobre sus experiencias místicas: esas cosas quedan entre mi Padre y yo, no puedo contárselas ...
Pero como bien dices, a veces ciertas cosas se expresan sin nuestro consentimiento... Simplemente deciden salir y ya, pero siempre lo hacen "causalmente" más allá de que lo entendamos o no.

Unknown dijo...

Tu mail?

Brida dijo...

Prefiero no hacerlo publico, dejame el tuyo o el msn y nos comunicamos. No se si no, si hay una manera de enviar privados!

Si sabes mandame.
Saludos!

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.