28 de octubre de 2011

YA

Querápidosucedetodo ¿Porquétanrápido?- me pregunte hoy sin respirar.

Que rápido se pierden los valores, que rápido se puebla el silencio, que rápido se termina lo que era eterno, que rápido sucede la gestación de un ser humano integro en el vientre materno.

Que rápido te sopapea la vida sin dejarte respirar y que rápido se vuelve a confiar.

Que rápido crecimos, que rápido nos hacemos padres, que rápido nos adaptamos (o sobreadaptamos) a las circunstancias inevitables.

Que rápido se puede herir a alguien para toda la vida, que rápido se corrompe el hombre, que rápido gira el reloj cuando nos detenemos a observar las estaciones, el sol, la luna y esos ciclos interminables que son lentos y sabios, pero ocurren galopando y sin preguntar.

Que rápido llego esa fecha deseada, que rápido paso el año ¡Otra vez estamos pisando navidad! Y vuelta a empezar.

Que rápido se esfumaron las vacaciones, que rápido gira el mundo, que rápido que pensamos y danzamos en la coreografía sin fin de nuestra inquieta mente.

Que rápido paso la noche, que rápido voló el pichón, la oruga se hizo mariposa, el cielo se nublo, el arcoiris brillo. Que rápido tomaste distancia, que rápido pudiste olvidar, que rápido vendiste tu Alma, que pena ver el almanaque volar.

Que rápido pasa la vida y también la muerte.

Los amigos, las décadas, los hijos que aún vendrán.

Que rápido se transfigura el mundo y vuelve a empezar.

Que rápido teje el destino y transmuta el final.

Aun nosotros que sabemos que el tiempo es ilusorio y no existe, que el Universo es mental y todoeso del cambio de eje, la nueva era, las dimensiones y trillones de teorías más.

Uff…aire.

Igual quisiera gritar:

¡Que rápido pasa todo en este vertiginoso vaivén del azar!

N.P.S

28/10/11



17 de octubre de 2011

N+O

Cuantos problemas, angustias y estrés nos ahorraríamos solo si pudiéramos poner en práctica más seguida la emisión de una simple palabra de dos letras: NO.

Ese “no” que implica algo tan profundo y fundamental en el ser humano, la libertad.

Cuando somos pequeños aprendemos a decir “no” para ejercer nuestra propia voluntad, complejizandose cada vez más con el correr de los años. Las elecciones más primitivas, así como las más esenciales a veces, se basan también en este vocablo. Y sin embargo a muchos nos cuesta tanto simplemente emitir el “no” ante un pedido ajeno, omitimos más seguido de que lo accionamos. Todos conocemos el poder de las palabras, y el “no” tiene un poder muy especial, demarca un limite, un punto de estancamiento, es como un portazo en algunas circunstancias, un candado invisible. Tiene una energía muy particular, dependiendo del tipo de “no” claro esta, pero yo me refiero a ese “no” que no llegamos a decir y pensamos, pero no logra salir por la boca queda solo a nivel mental.

Muchas veces nos cuesta poner ese límite por sumisión, cuando estamos ante una “figura de poder” ya sea desde el plano simbólico o “real”, otras veces es por vergüenza o por sentir que quedaría mal pero en mi caso la mayoría de las veces es simplemente por pensar demás en el otro. Y esa es la palabra clave que denota un punto de inflexión “demás” porque pensar en el otro siempre me parece noble y humano, pero pensar demás implica esa especie de rendimiento a la que muchos nos auto sometemos por diferentes causas.

¿Por qué permitimos a los otros pasar ese limite? ¿Por qué no podemos enfrentar una situación imponiendo nuestra propia voluntad? ¿Por qué obligarse a hacer algo que uno realmente no desea ya sea por presión social, vergüenza o respeto? ¿Por qué cuesta tanto el “no” a tiempo?

Es complejo de explicar, al menos en lo que a mi respecta, ese punto débil que es una mezcla de compasión y bondad ya un poco ridícula que siento muchas veces cuando no puedo largarlo. Y si estoy hablando del famoso “buenudo” ese papel que tantos hemos protagonizado por no saber responder “no” sin sentir culpa ni pena tras un pensamiento del estilo “bueno, esta bien, por esta vez” o “bueno pobre, le hago el favor”. Considero que cuando un caso lo amerite, cuando es justo y corresponde el “no” no implica una energía negativa, oscura o cerrada como una reja, sino todo lo contrario: libera y expande. Cargar con un peso que no nos corresponde, o sentirnos obligados a decir siempre que si, tampoco es lo más sano. Saber decir que “no” en el momento indicado, y no dejarse pasar por encima, muchas veces podría ayudarnos a andar por la vida más livianos, menos estresados o angustiados por situaciones a las que nos sometemos simplemente por no poder pronunciar tan simple palabra.

Cuando pensemos NO, digamos NO.

N.P.S

17/10/11

26 de septiembre de 2011

Reflexión sobre la maternidad tecnologizada

…nunca voy a entender porque tecnología es sinónimo de avance.

Cada vez más convencida de que cuanto más aumenta la tecnología, más perdemos nuestros instintos ancestrales y nos alejamos, no solo de nosotros mismos y entre nosotros, sino además de la naturaleza que es la esencia de nuestro ser. Después de todo somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.

Desde antes de quedar embarazada, consideraba que las ecografías 3d eran innecesarias y que significaban para el bebé una intrusión a su intimidad, eso de llevar los llaveros y portarretratos con fotos de una vida que aún se esta gestando y no salio al mundo me parecía desmedido, una falta de respeto por el ser humano que viene en camino; donde además estamos hablando del propio hijo. De todas maneras siempre acepte y respete las decisiones de cada pareja o madre al respecto y disfrute incluso muchas veces mirando las caritas, posturas y demás cosas que nos “enternecen” cada uno es libre de optar.

Hoy por hoy, me toco esta a mí en el lugar de madre. El proceso es intransferible y muchas de las cosas que asegurábamos que “no nos iban a pasar” o que “no íbamos a hacer” acontecen, suceden, todo cambia.

Eso nos enseña que nunca hay que hablar de antemano hasta que uno no pasa por determinadas situaciones tan sublimes como es la maravillosa etapa del embarazo. La ansiedad aumenta con los meses, el deseo de conocer al bebé cara a cara, de poder abrazarlo, alimentarlo y amarlo con la misma incondicionalidad e intensidad que una mamá lo hace desde sus comienzos crece a cada instante. Ecografía tras ecografía nos vamos sorprendiendo más de poder “ver” y tomar conciencia de que estamos gestando un ser humano completo dentro de nuestro propio cuerpo, un nuevo ser llega al mundo y es nuestro hijo. Cada etapa es increíble, recuerdo la primera ecografía cuando apenas veía una lucecita que se prendía y apagaba en el monitor y el ecógrafo me dijo “Felicitaciones, ese es tu hijo, te lo presento. Y eso intermitente es su corazón”. Al principio uno “lo ve” crecer, pero después de los cuatro meses la conexión es mucho más fuerte por medio de los movimientos, las pataditas y varios tipos diferente de estimulación. Todo se resume en dos palabras: Magia y Milagro.

No pensaba realizar la 3d (y ahora encima salio la 4d y 5d, tengo que leer más a Einstein para entender, a veces no se sabe si se habla de cine o de bebes, es una locura). No me agradaba la idea de hacérmela por el tema de la invasión al bebé y porque siempre tuve en claro que era algo realmente innecesario. El punto fue que me la ofrecieron gratuitamente en un hospital publico y a partir de ahí mi ansiedad y la “ilusión” de verlo de una manera más nítida y en tiempo real dentro de mi, me hizo caer en una búsqueda medio desesperada. En varias oportunidades, a causa de la ausencia de la Jefa de Servicio que es la ecografa, la ecografía no pudo realizarse. Tras varias frustraciones en cambio de resignar la oportunidad, comencé a buscar por otros medios privados lógicamente. La obra social no las cubre y fui encontrando cientos de lugares donde te ofrecen kits realmente ridículos e innecesarios, son como los combos de Mc Donald que uno cree que son ofertas o regalos y te cobran hasta las semillas de sésamo. Fue ahí entonces, donde gracias a mi espíritu crítico, comencé a ver una realidad que desconocía. El gran negocio de estas ecografías donde uno “conoce a su hijo”, como si no fuera la propia madre la persona que más lo conoce en el Universo. Los precios arrancan en $250 y van en aumento según la cantidad de “regalitos” que te ofrecen como ser llaveros con la cara del bebé, packs de cosas absolutamente innecesarias, informes médicos que uno no necesita ni demando y en varios lugares me han dicho “hay cuatro/cinco reposeras para que vengas con toda la familia o amigos a conocer al bebé” (¿?)

Sinceramente, no tengo muchas palabras al respecto porque considero que sobran si nos detenemos unos segundos a pensar; para aquellos que aun nos detenemos.

Lo que más indignación me produjo fue que en todos los lugares pregunte “¿No hay algo más sencillo como ser el video y las fotos o solo el video?” a lo que gentilmente respondieron “No, el pack es así” ósea, no tenes opción. O consumís todo o nada, no hay opción de precios, no hay elección ni en cuanto a lo que uno desea recibir, ni se tiene en cuenta tampoco el plano económico del cliente. Jodete si no te gusta lo que incluye, no te la hagas, dicen en pocas palabras. Si bien al principio me genero enojo no poder hacérmela porque me parecía un disparate todo esto, después comencé a reflexionar y desde algún plano más profundo y desde esa sabiduría natural que suele emerger de las mujeres (más aun en este etapa) comencé a preguntarme como puede ser que caigamos en estas trampas del sistema, en que nos manipulen de una manera tan silenciosa y sutil y uno caiga, a veces por ignorancia otra por no poder discernir tapados por la vorágine de la vida moderna o simplemente por la ansiedad de no esperar unas semanas más para conocer cara a cara a nuestro hijo. Me da bronca e impotencia que lucren con algo tan delicado, que se aprovechen de la ilusión o la ansiedad que a veces produce este proceso para decorarlo de cientos de accesorios ridículos. En un lugar me hablaron cinco minutos sin parar de “todo lo que incluía” el servicio, faltaba la fiesta de quince y el viaje de egresados, realmente lamentable que no se pueda pensar y accionar desde otro lugar y todo sea dinero, consumismo y vender lo que no hace falta ni uno elige. Y además darme cuenta que quienes pensamos diferente o elegimos vivir de otra manera la gestación y la crianza, definivitamente, no somos quienes atendemos o consumimos este tipo de productos, que cada cosa tiene su lugar es claro aunque nunca es bueno generalizar, porque hay excepciones.

Fue entonces cuando empecé a darme cuenta, mientras me acariciaba la panza y le hablaba a Nehuén, de que es mejor darnos la oportunidad juntos de vernos, de conocernos y reconocernos. De no tener la estupida prioridad de “verlo en una pantalla”en tiempo real, si todo el tiempo estamos fusionados y en conexión absoluta. ¿No es preferible la magia, la sorpresa de lo inesperado, de ese momento extraordinario de sentir al bebé en brazos fuera de la panza? Es como cuando se mueve, patea, como cuando compartimos música juntos o ciertos estímulos nobles eso no tiene comparación, y ninguna tecnología va a poder suplantarlo jamás (¡Gracias a Dios!). Y entonces, tome conciencia, solté un problema, algo que me generaba angustia, ansiedad y varias cuestiones más personales por temas en particular que me ha tocado atravesar con este embarazo.

El sistema te traga y te maneja siempre y si bien muchas veces sentimos que no hay manera de escapar, con voluntad y silencio interior uno puede realmente reflexionar y volver a la esencia. Recuperar la capacidad de elección, dejar de funcionar por mera inercia, como una masa.

¿Para que tanta tecnología entre un bebé y su mamá? ¿Para que un “palco de reposeras” aplaudiendo frente a una pantalla que muestra un ser en gestación en la paz del vientre materno? ¿No es más lindo apoyar con amor la mano sobre la panza y sorprenderse al notar sus reacciones cuando uno le habla? Exponer a un bebé por todas partes antes de su nacimiento no me parece muy sano, porque eso habla de no estar respetando una seria de cuestiones que al menos a mi me hacen reflexionar y cuestionar. Incluso, en post del futuro. No tienen vergüenza, todo se mueve por medio de la plata y el consumo. Ese tipo de visión solo empaña, no clarifica.

Por eso una vez más apuesto a lo natural, a profundizar nuestra intuición, nuestros sentidos, a respetar la privacidad desde el embarazo, a saber decirle NO a las invasiones innecesarias y a las miserables trampas del sistema que nos hacen desear lo que no necesitamos atrofiándonos como seres humanos sensibles e inteligentes, haciéndonos reaccionar muchas veces como robots mecanizados que por inercia hacen, compran, dicen, van…

La tecnologías del pasado eran primitivas, pero no nos destruían ni nos alejaban del corazón, más eran nobles y sabias, respetuosas por la creación humana en general.

Deberíamos “reiniciar el sistema” a ver si funciona…

N.P.S

26-09-11

5 de septiembre de 2011

Creo, confío y sé

Creo en mi fuerza, esa que me elevo desde el fondo del infierno mismo, esa que me saco a flote cuando me hundí en las profundidades del Mar, la misma fuerza que hoy hace que sea la mujer que soy. Un poder sobrehumano me impulsa siempre a seguir adelante, aún cuando la noche parece eterna y la oscuridad impermeable, puedo.

Aun cuando se diluyen todas las respuestas y el eco de nuestro corazón nos ensordece, creo.

Creo en mi determinación y en que mis decisiones son las mejores que pude haber tomado, pese a los errores y las caídas, siempre todo lo hago de corazón e instinto. Ser autentica y sincera tiene un alto costo, pero elijo transitarlos antes ser una duplicado y no respetar mi propia esencia, por los miedos impuestos, por las falsas creencias.

Confió en mi entereza, en mis capacidades y herramientas, en toda mi formación de esta y otras vidas, confió en quien soy. Nunca tuve dudas, me busco y me encuentro siempre; si me escondo es solo por que soy demasiado sensible. Demasiado.

Confió hoy más que nunca en la sabiduría de mi cuerpo, en lo ancestral de mi femineidad, en el latir incansable de la vida y el Milagro que crece, confió.

Confió en la entrega, en desplomarse desde lo más profundo para poder entregar al Universo todo, tal vez ya resignada de este desborde de dar que me ha caracterizado siempre. Confió en que por fin es momento de ser justa conmigo misma y tener más dignidad, sobre todo por la vida que nutro y construyo en mi interior. Ya basta de hacer el mismo papel una y otra vez, algo tengo que aprender de todo esto ¿Cómo puede costar tanto ser menos compasiva?

Cuando hay dos corazones en juego, la loba instintiva no obedece lógicas incoherentes.

Confió en la aceptación de que no todo es como queremos, de que los sueños se vuelan, de que siempre hay alguien dispuesto a soplarnos el castillo de naipes que con tanto esfuerzo hemos construido. Sé que la vida no avisa, la muerte no pide permiso y las cosas a veces parecen tan duras, que desesperan. De nada sirve llorar ni rezar, las cosas son.

Por eso aprendí que aceptar es una de las maneras más poderosas de vivir el presente con la máxima energía y no desperdiciarla en intentar torcer los hilos del destino.

Aceptar que no somos dueños absolutos ni de nosotros mismos, es un paso hacia la paz interior. Entregar y soltar para que fluya y sea lo que tenga que ser, lo cual a pesar de todo, generalmente es lo mejor.

Confió en ese “otro” aun cuando la desilusión es tan grande que nos destroza el corazón, soy de las que piensa que la vida siempre vale la pena y de que entre medio de tanta ausencia y egoísmo, hay corazones brillantes dispuestos a sonreírte incondicionalmente cuando más lo necesitas.

Y si alguna vez no hubo nadie, ame la luz, entregue y acepte, sin condiciones.

Sé que no hay formulas ni recetas para vivir; salvo las que construye uno.

Porque la vida misma se edifica peldaño a peldaño, y que cuando falta uno muy grande (o varios) la escalera esta incompleta y las caídas son más fuertes, sobre todo cuando son inesperadas.

Así también lo es el impulso, todo se compensa. Dios es más justo de lo que podemos saber.

Cuando me preguntan como hago, como hice, como puedo no se que responder pero una fuerza vital se apodera de mi, me empodera las manos y la voz para hacerse escuchar.

Simplemente lo hago, tal vez porque el instinto de supervivencia siempre es más fuerte, tal vez porque es mi naturaleza o quizás sea que tengo más entereza de la que alguna vez creí.

Me falto confiar y creer en mí, pensando que sabía quien era o que era la vida, cuando en realidad muchas veces no sabemos nada. Ahí es donde la vida te muestra, quien sos.

Cuando en medio de la soledad más profunda te chocas de frente con tanta crudeza. Esos son los momentos más lucidos de nuestra existencia, que a veces por miedo esquivamos, pero puedo asegurar que son los más necesarios para crecer y conocer la vida desde adentro.

Decía Nietzsche que lo que no nos mata te hace más fuertes, cuesta no morir cuando la vida cae sobre las vértebras de una manera tan implacable ¿No? Por eso considero que es tan necesario confiar, creer y saber para poder salir de entre los escombros y gritar ¡Que estamos vivos, enteros! Estamos…

Por todo y a pesar de todo, elegimos seguir.

Estoy convencida de que somos lo que creemos, si confiamos en lo que somos.

Lo sé.

N.P.S

05/09/11

16 de agosto de 2011

Vestigios de un retorno

Me sucede cada vez que, diariamente, desde la ventana del trabajo veo esos aviones con las puntas de las alas para arriba, el recuerdo es inevitable. Me invade la reminiscencia del que fue, sin duda, el mejor viaje de mi vida.

Me veo tranquila en mi impaciencia. Con sentimientos tan encontrados como destinos cruzados. El retorno de lo irretornable, a una vida nueva, a lo mismo de siempre.

Me observo sentada del lado de la ventanilla (y pensar que me daba pánico subir) mirando la ciudad con el asombro que un niño observa algo por primera vez. Y si, jamás la había ni siquiera podido imaginar desde tan alto. Parece una maqueta llena de hormiguitas corriendo. Yo soy una mas, lo sé, pero acá abajo no se toma conciencia de las proporciones. El cielo tiene mucho para enseñar, cuando uno toma distancia es siempre más objetivo.

Cuando uno vuelve del centro mismo de la Pachamama ya nada es igual.

Recuerdo casi intactas las sensaciones que me habitaron en ese retorno.

Era 1 de febrero de 2011 y el vuelo llegaba atrasado. Creo que yo también.

Por elección, y por la altura de Yavi, mi celular había permanecido apagado días.

Solo me comunicaba con mamá.

Su fantasma me perseguía en alguna sombra, él, otra vez él con sus dudas, su inseguridad y su falta de decisión constante. Esa vez me había herido profundo, lo cual sumado a la distancia y contexto fue prácticamente; insoportable. No quise volver, por mil razones. No quería verlo tampoco. No necesitaba más sus excusas miserables, su miedo a todo, su aroma a nada…pero tuve que hacerlo. Embarque en Jujuy sin escalas en el corazón, me entregue al destino en todos los sentidos posibles.

Siempre fui igual, entre nubes y sueños, sin bordes ni límites transcurrió mi vida. De aciertos y desaciertos están hechos los viajes y vuelos que elijo o me eligen.

El avión se acercaba velozmente a la ciudad, todo era cada vez más grande, parecíamos rozar las casas, tenía el corazón en la boca como dice el dicho popular, hasta que doblo vertiginosamente sobre el Río de la Plata. Pensé que nos hundíamos, así, sin anestesia. Como suele ser el amor que no pide permiso. El río era una solución posible, pensó risueño mi lado perverso pero salimos ilesos, no fue más que un susto, después de todo era mi primera vez toda una novata aérea. Siempre volé sin estructura, pero esta vez era diferente. Muy diferente. La azafata anunciando el cinturón de seguridad, las fotos, el atardecer, las ruedas chispeando contra el piso generando esa sensación de tranquilidad y a la vez de cierta densidad terrestre. Así es el ser humano, un ser contradictorio e inconformista. Buenos Aires otra vez, hola vida, hola ciudad. Una sensación de asfixia gris me dejaba incolora frente al mundo en medio de la pista…pero lo peor, no paso.

No, no quería verlo, ni escucharlo. Esa vez me había puesto firme (y eso que aun no imaginaba jamás el desenlace final de tantas vueltas inconclusas). Tal vez no quería ver a nadie o solo a mi misma dentro de esa locura de cemento que me recibía. No lo sé, un cocktell de sentimientos me invadía sin permiso a cada instante. Todo era nuevo y repetido, inconcluso y sin sentido. Yo aún no había regresado de allá.

Lo que vino es otra historia. El hecho es que aun recuerdo sobre mi piel y en mis pupilas el sagrado y cruel peregrinaje desde el punto norte del país hasta acá, pasando por el cielo y el infierno. Después de todo somos eso, nada y uno. Hoy miro ese avión y mi vida es otra. ¡Hasta tengo dos corazones!. Si, soy la misma con más cielo e infierno que nunca, con más alas y vuelo, con más motivos y razones.

Pero todo cambio, como pasa en un vuelo, en horas uno esta en otra punta de país, en otro espacio del mundo. Se diluye el tiempo, el espacio, es un momento tan onírico e irreal que cuesta racionalizarlo. Considero que el secreto es adaptarse, entregarse y volar. Confiar en el comandante, que sin dudas, pilotea la nave del destino con una sutileza apasionante.

Por eso perdí el miedo a volar. Lo único que me da miedo es no vivir y por suerte, si algo me sobra es vida.

N.P.S

16/08/11

La eternidad de lo inmutable

Que viaje tan increíble realice, que privilegiada me siento ante tanta inmensidad vivida.

Un sueño hecho realidad, que hace años me debía y que la vida postergo.

Y así de sabia fue que supo indicarme el momento justo para poder transitarlo de la manera que lo transite interiormente, regalándome además de todo un Alma de luz como la que allí conocí, amigus.

Y lo más hermoso es que supero incluso al mismo sueño. Algo me llevo más allá de lo que siempre pude imaginar y fue tan real que aun me parece un sueño.

Atesoro, en un espacio de mi corazón muy especial, ese viaje que no tiene retorno.

Y hoy, siete meses después, miro las fotos y un manojo de recuerdos me llena de colores el corazón. Algo en medio del pecho crece, una congoja se avecina en mi garganta: es la emoción en su máxima expresión. Si hubo algo continuo en este viaje fue la sensibilidad, en todos sus planos existenciales ¡La emoción a flor de piel!

Cuando vuelvo a observar cada foto siento el calor de su pueblo, el aroma de sus comidas, su gente, la voz de los niños, la energía de sus costumbres. Hay tantas historias, anécdotas, sensaciones y maravillas que vibran en mi interior cada cual con su particularidad y permanecen allí, intactas. Como si el tiempo no hubiera pasado para ellas, como si algo sagrado permaneciera inalterable. Debe ser porque lo viví siempre más con el corazón que con la cabeza, no fui racional, actué con locura y pasión.

Las fotografías, acompañadas de alguna canción norteña, tienen la particularidad de trasladarme a esa atmósfera tan particular que viví durante esta fantástica aventura.

Si, el viaje duro dieciete días creo, pero siempre sentí que fueron meses…los días eran eternos, las experiencias incontables y el aprendizaje, sublime. El asombro ante lo nuevo, la curiosidad y la valentía de animarse a todo no tiene comparación. Aun cuando el cuerpo decía basta, aun cuando parecía imposible, aun cuando era una locura…igual lo hice, porque ya entendía que la vida es una y que valdría la pena. Y así fue.

Hoy me siento orgullosa cuando veo estas fotos, por haberme animado a vivir una experiencia tan enriquecedora, por habérmelo permitido y regalado.

Siempre este viaje será el recuerdo más vivo de la vida misma, de la voluntad del instinto y de que los Ángeles existen, también. Supe desde que lo empecé a planear con Angie hace como cuatro años, que habría un antes y un después; sin duda así lo fue.

Cambio el medio, cambio el tiempo, cambiaron los compañeros, pero yo era la misma. Eso fue fundamental para no perderme y encontrarme y reencontrarme en cada espacio de tierra sagrada que iba pisando. Y así fui re-descubriéndome bajo la tierra y en lo más alto del cielo, también.

Las palabras son huecas ante las sensaciones que recorren cada célula de mi cuerpo cuando cierro los ojos y casi veo el Cerro de los Siete Colores a mí alrededor o siento el olor a sal de Jujuy y escucho esos charangos y una cholita diciéndome “ahicito nomás”.

Hay cosas que no pueden expresarse con palabras, ni con silencios. Tal vez por medio de la música, por medio de las lágrimas o el idioma del corazón ese que nos hermana; pueda transmitir algo de lo vivido. Lo más importante es lo que ha quedado, que nadie quita lo transitado y que hay una hermana testigo y cómplice, de todo esto que tanto me cuesta plasmar. Con ella si, los silencios hablan y basta con ver una foto o escuchar una canción para saber donde estamos paradas internamente.

Un racimo de memorias, una catarata de sensaciones, un árbol maduro.

Así me siento cuando me reencuentro con la experiencia.

Agradecida infinitamente a la Pachamama y a su gente.

Todo el mundo te explica como ir hasta el Norte, pero nadie da instrucciones de cómo volver. Se tarda meses hasta regresar integro y nunca más en la vida, uno puede olvidarse de una experiencia tan única.

Cuando el Norte Argentino entra en la piel, es una chispa en el corazón, un acorde único en la sinfonía del Alma.

Imborrable.

N.P.S

12/08/11

3 de julio de 2011

Aclarar, aclara

Convencida, tras cada paso, que aclarar siempre aclara a pesar de que oscurezca. Es más, cuanto más oscurece más aclara, más cerca estamos de la verdad, de destapar la olla a presión, de cortar la ultima tanza que sostiene la mascara perpetua que nos gobierna. Más cerca estamos de quebrar el caparazón, descoser el parche, romper la capsula. Mientras más aclaramos y nos embarramos, más nos acercamos a esa misma agua que nos va a enjuagar, purificando el barro. Cuanto más aclaramos, aunque creamos que oscurece, más luz echamos sobre las tinieblas, mas enceguecemos al ciego hasta el camino de la claridad absoluta. Pero claro…la luz también es un abismo, dice Olga, contagiándome su certeza. Lo que quiero decir es eso. Esa sensación de que cuanto más estamos enredados en nuestras propias palabras, intentando comunicarle al otro y a veces a nosotros mismos, lo que nos sucede en lo más recóndito de nuestras sombras entonces, más cerca estamos de la luz de que eso por fin, se aclare.

En términos psicoanalíticos podríamos decir que aclarar, que hacer conciente lo inconciente, es lo que nos abre el camino hacia el núcleo patógeno. Hacia ese ovillo enredado y oscuro que todos poseemos, cerca o lejos. Desenmarañar esa lana para poder tejer sueños, esperanza o quien sabe que cosas. Aclarar aunque oscurezca es un desafió a nosotros mismos y a los vínculos con el otro. Aclarar y aclararse, tanto intrasubjetivamente como intersubjetivamente, siempre es necesario y eficaz en todos los ordenes de la existencia. Es en parte la eterna lucha entre permanecer ciegos en la caverna, siendo felices en la ignorancia o tener la voluntad de salir de allí. De descubrir el mundo, de enfrentarse a él y a uno mismo sobre todo. Es como ese momento decisivo y alegórico, donde uno elije tomarse la pastilla azul o la roja.

Lo bueno es que todo, casi, es irreversible.

N.P.S

2011

Enigmas

Me parece que besas más con los ojos que con los labios,

que te describen más silencios que palabras

más dolores entonados, que lagrimas desentonadas.

Me parece que eso que no decís toma fuerza

y se escucha, yo lo oigo.


Pienso que tu distancia no es lejanía,

que tu misterio no es caprichoso,

que tu lado oscuro es mas claro que la luna.

Espera.

No, no es que tengas que afinar tus sentidos, son armónicos…

Es la proyección la que omite o desvirtúa, la que filtra algunas notas

la que a veces desentona.


No, no es que me extrañe tu sueño,

si en definitiva, es igual al mío

pero a veces me desvela.

Solo me intriga tu manera de despertar,

tu energía tímida,

tu media mañana,

tu desparpajo dulce.

En definitiva; me da curiosidad tu Alma.


No se quien sos y eso me gusta,

es el motor de la búsqueda.

No puedo completar el rompecabeza,

ni develarte, sos como un acertijo sin respuesta,

que grita en silencio que lo descubran.

A mi me encantan los desafíos

descifrarte…sin más pistas que lo que sos.


N.P.S

03/07/11

10 de junio de 2011

Ser

Nada somos, somos todo.

Todo lo que podemos ser por fuera de lo que somos.

También eso somos.

El sueño de otro humano que aún no despertó.

El aleteo de una mariposa.

La primera sonrisa de un bebé.

El ultimo aliento de un anciano.

Las puntas de un mismo lazo.

La solución al problema.

La salida del laberinto.

El polen de una rosa.

El aroma a pasto mojado.

La aspereza de la tierra seca.

Una nube pasajera.

O el milagro de los ojos de Dios...

N.P.S

10/06/11

Algo

Todo gira.

Todo vuelve.

No existe la muerte, solo la vida late.

Todos somos.

Lo que fuimos.

Lo que estamos por ser.

Lo esencial no transmuta.

Lo que se va es lo que regresa.

Lo de nunca es lo de siempre.

Lo último es lo primero.

Y lo que no esperabas, es lo que acontece.

Lo que sueñas es la realidad.

La vida es ilusión.

No sos quien crees que eres.

Es invisible lo vital.

Y letal lo tangible.

Es el mundo una burbuja de cristal

creada por el latir de los Ángeles.

N.P.S

10/06/11

19 de abril de 2011

Atma Ananda

Despertar del GRAN sueño, dentro de otro pequeño sueño.

Ignoro cuantos sueños habrá, pero cada vez que uno se despierta la LUZ es más destellante y el asombro más infinito.

El ascenso de retorno al HOGAR esta más cerca, lo puedo sentir mientras transito con paciencia por el sagrado y solitario sendero.

Una legión de Ángeles y Seres de Luz me acompaña en silencio.

Camino entre dos mundos, es como no estar en ningún lado y estar en todos simultáneamente. Atravieso fronteras y expando los horizontes.

Profundas reminiscencias de cómo es estar del otro lado despiertan mi conciencia haciéndome notar que solo hay que RECORDAR, no aprender desde el intelecto.

(Recordar significa etimológicamente, volver a pasar por el corazón)

Permanezco crónicamente en un estado que no puedo describir y frecuento con intensidad cotidiana. Un estado del SER, una frecuencia vibratoria.

Infinitos destellos de colores bailan a mí alrededor.

Hay una música en el aire, es el Alma del mundo transformándose y un aroma a flores frescas me recuerda la esencia divina en todo lo que existe.

Una lluvia plateada proveniente desde el centro del Cosmos acaricia mi Alma.

La Madre Tierra provee desde la más ancestral sabiduría incondicional.

Es impresionante darse cuenta que SOMOS lo que no vemos, que hay tanto que nuestros ojos humanos no alcanzan a ver, que nuestros oídos no llegan a escuchar ni nuestras manos a palpar. Somos finitos y limitados cuando permanecemos encapsulados dentro de los límites físicos; cuando en realidad somos tan infinitos y perfectos en esencia. Cuando se abre el corazón y se escucha desde lo más profunda de nuestra esencia, no hay ser vivo que no se comunique, no hay Ser de Luz que no se manifieste de alguna manera…cuando el canal esta limpio la transmisión es pura.

Somos como radios intentando sintonizar un dial en común y cuando esa sincronía ocurre nos conectamos con la totalidad.

SOMOS la divinidad, no estamos separados absolutamente de nada, ni nadie.

La energía no se puede destruir, solo se transmuta y cambia de forma; permanece inalterable en el espacio del silencio donde todo es común-unión.

El reencuentro con la familia espiritual es inminente e inmenso. Las dudas de otras encarnaciones posibles se desvanecen, solo permanece el asombro y la gratitud ante tamaño regalo. La certeza del reconocimiento no deja lugar a la insípida duda.

Nos reconocemos por los ojos, sabemos quienes somos sin siquiera emitir palabra, porque el lenguaje del corazón es el silencio. Cuando las esencias se encuentran, el lenguaje que es humano, no media…sobra. La esencia es divina.

Una espiral sincrónica nace de todo lo que existió, existe y existirá. Allí donde se condensa, circula y transforma la energía vital.

En la rueda de la vida, todo gira, nada permanece estático. Los ritmos y los ciclos mantienen un equilibrio natural que a veces olvidamos, e igual permanece.

Somos energía divina en un cuerpo que posee todo lo necesario para ser el vehiculo perfecto en este plano.

Somos un Milagro, Dios es el mejor arquitecto de la historia.

Frente a mi se extiende un largo canal de luz blanca. No existen la vida y la muerte, lo bueno y lo malo, o lo blanco y lo negro. Las polaridades fueron trascendidas, la energía es neutra. Una guía humana que ya realizo este viaje, me observa con una dulzura especial acompañando mis pasos con delicadeza y respeto, así como una madre aloja a su hijo dentro de su propio vientre.

Ambas comulgamos con el misterio del tiempo y el espacio.

El Maestro, en su gran SABIDURIA me enseño una valiosa verdad:

En el camino de la iluminación primero uno, es alguien.

Después, pasa a ser nadie para finalmente, ser todos.

¿Quién soy? Es la respuesta esencial que te abrirá todas las puertas hacia vos mismo.

En Unidad Divina y en Consonancia con Todos los Universos.

Servidora de la Luz y las estrellas.

Que así sea.



N. P. S

19 de abril de 2011



8 de abril de 2011

Comunión en el Campo de los Sueños

Hay experiencias de vida que no se pueden explicar o describir con palabras porque serian minúsculas y arbitrarias ante sensaciones tan profundas. Sin embargo necesito dejar huella en prosa de lo que significo este maravilloso viaje que fue un regalo divino para todos los que participamos en él.

Durante estos días afianzamos la gran familia que somos, la hermandad y el compañerismo fue conmovedor. Compartir conocimiento, meditar bajo el silencio de una lluvia cargada de fuerza y amor, nutrirnos mutuamente, aprender y enseñar, servir sin condiciones, realizar prácticas juntos y cargarnos de aquella energía tan especial que los elementos de la naturaleza nos ofrece, fue soñado.

Todos los lugares fueron una maravilla, todo se fue dando de una manera sincrónica y Mágica, la naturaleza y Guruji nos acompañaron hora tras hora y hasta la intensa lluvia bajo la cual caminamos en silencio, fue una bendición. Cuando uno esta conectado con el Universo la Magia se hace presente a cada instante y uno toma conciencia del milagro de la existencia y de que esta es una experiencia única que vivimos como seres espirituales dentro de un cuerpo humano, que somos más que lo que vemos porque lo esencial es realmente invisible a los ojos.

Me conmueve estar rodeada de seres humanos tan puros, tan nobles, unidos por una causa en común que no es nada más y nada menos que el AMOR; lo que hace girar al mundo. Festejar la diversidad, celebrar la existencia, compartir la vida y ser responsables, sobre todo, de sembrar un mundo de luz, paz y amor; aquí y ahora para todos por igual.

Como experiencia humana se ve que nos ha nutrido en múltiples aspectos y como seres espirituales que somos, estos regalos maravillosos que la vida nos deposita en el corazón nos hacen ser más concientes y puros. Elevarnos hacia la luz.

Las sincronías, las causalidades, las manos y los ojos hermanos, las raíces de los pies, el volar a la par, el reencuentro con “nuestra familia” espiritual, el retorno al hogar…es todo tan Mágico y perfecto que a veces nos deja sin palabras, en medio de un suspiro profundo que tal vez logre contener todo eso que no podemos explicar. Solo podemos sentir que estamos donde tenemos que estar y que todo tiene un sentido que con el tiempo descubrimos. Cuando sabemos que el mundo es ilusorio y que detrás de todo eso, esta la luz y la verdad, el mundo se abre y nuestro corazón se conecta con ese centro que no deja de latir jamás.

La Gracia Divina celebro con nosotros, él observada con una sonrisa picara, los hilos del destino y nuestras expresiones de asombro constantes.

La majestuosidad del cielo estrellado que nos rodeo el sábado fue espectacular, el entusiasmo infantil de quienes nos tiramos por la tirolesa o de quienes se animaron a tirarse al agua como niños jugando mientras el resto “inflaba el globo” aplaudiendo y cantando, la empatia en las miradas y en los abrazos cuando todos “nos pertenecimos”, la energía celestial presente aún me habita y conmueve.

Cuan necesario es realmente invertir la energía en el momento presente. Saquémosle el mayor beneficio a esta maravillosa experiencia humana que se nos regala como seres espirituales, es una oportunidad única que vale la pena aprovechar al 100%.

GRACIAS a cada Alma, estoy inmensamente agradecida. Un antiguo dicho Indu dice que los pájaros de igual plumaje vuelan juntos…GRACIAS por las alas y las raíces.

Y un abrazo especial a Mariana, Hernán, Abril y Franco por abrirnos las puertas de su hogar, de su corazón y compartir un espacio tan especial con todos nosotros.

JAI GURU DEV

N.P.S

08/04/11




5 de abril de 2011

Es el Alma del mundo transformándose

En cualquier lugar donde estés siempre puedes escuchar el ruido del mundo – dijo la hechicera a Brida – es un ruido que no para nunca, que esta presente en la montaña, en la ciudad, en los cielos y en el fondo del mar. Este ruido parecido a una vibración es el Alma del mundo transformándose, caminando hacia la luz. Somos parte esencial de ese engranaje, somos responsables del Universo, porque nosotros mismos somos el Universo.


Mover el cuerpo al compás de aquella extraña vibración que nos rodea hace siglos y desconocemos, puede resultar extraño hasta que nos sintonizamos.

Cuando los planetas se mueven en el espacio infinito, producen el mantra esencial, Om. Él es también parte primordial de este sonido del mundo. Como si fuera la base.

Danzar la música del Universo, la melodía perfecta, es sanador.

Una danza ancestral que toda hechicera sabe, es una vibración siempre presente que nos acompaña desde los albores del Universo y que desconocemos.

Esta suave melodía, enciende por las noches las estrellas del cielo, abre las puertas del día. Cuando nos sintonizamos con ese ritmo infinito, tiemblan todas las Almas,

calla el viento, calla el hombre y se arrodillan hasta los Ángeles.

Es el Alma del Universo quien la produce, junto a la percusión del latido de nuestros corazones sintonizados. Una música que le otorga alas al corazón, expansión a la mente

vida y alegría a cada célula de todo lo que existe.

Es como el eco de la existencia misma, un sonido que parece imperceptible pero es inmensamente poderoso. Sin embargo parece ser que no conseguimos convivir con los secretos del mundo y sin embargo todos ellos están frente a nosotros. Será porque lo esencial es invisible a los ojos, hasta que por fin abrimos el tercero junto a los ojos del Alma y poder entonces observar sin dualidad, sin sombras, desde lo más puro que somos. Abrir los ojos y despertar de la ilusión, maya, para no volver a dormirse en lo irreal.

Los ojos de la Verdad permanecen siempre abiertos para el verdadero buscador.

Ese que sabe que su propia existencia es una incógnita, el que acepta el misterio y no detiene nunca la procesión hacia el interior.

El que mantiene sus ojos cerrados, no encuentra, porque las respuestas laten en todas partes. Nos susurran al oído constantemente desde que llegamos a este planeta.

Por eso es importante tener en cuenta que no siempre lo que vemos es lo que existe y que no siempre lo que existe es lo que vemos. Poder discernir esto desde el más ancestral conocimiento puede ser un trabajo de siglos, que sin duda, vale la pena.

Tomémonos de las manos, te invito a bailar al compás de la música del Universo.

Descubramos juntos cuantos ritmos hay aún por acompañar.

N.P.S

05/04/11



Insomnio cardiaco

La noche me aturde el Alma.

El eco de los latidos de mi corazón resuena en mi almohada.

Es difícil amar tanto.

Es complicado ser tan sensible.

Pero no se ser de otra manera, soy transparente hasta cuando duermo.

Hoy es una de esas noches donde quisiera ser llana y simple.

Fría y distante, dejar el corazón en remojo, funcionar desde la razón.

Pero no puedo.

Es inútil luchar contra el océano que me habita, soy un mar de sensaciones.

Solo resta apagar la luz y abrazarme a mi soledad.

Sé muy bien que la noche no es eterna, solo escura.

Pero puta que cuesta dormir con este latir tan profundo…

N.P.S

29/03/11

2:46 A.m

Llena de nada

Tengo tantas ideas juntas en la mente y tantas sensaciones en el corazón que no puedo escribir. Para un escritor no hay infierno peor que no poder escribir. No salen las palabras, no se vuelcan las ideas, no se decodifican los sentimientos.

Nada.

Un vacío alterador rompe la calma, hay un escándalo mental que no cesa pero tampoco puede transcribirse ¿Qué hacer entonces? Estos son los momentos en que deseo ser más sencilla, más práctica, menos profunda y existencialista. Me indigna ser tan expansiva, absorber todo, amar tanto, ser tantas. Por eso desbordo de ideas, que no puedo escribir, de imágenes que no puedo pintar, de melodías que no puedo tocar. Me invade la ansiedad hasta en los huesos, una sensación interna de caballos desbocados urge en mi interior ¿Qué es lo que me acelera? ¿Por qué la necesidad de comunicar? ¿Cómo exorcizar todo esto que hoy no tiene nombre?

Y no hablo, aunque lo parezca tal vez, de cuestiones negativas de sombras y fantasmas.

Hablo, sobre todo, de luces y destellos, de experiencia y existencia. Percibo una atmósfera misteriosa a la espera de una sutil señal que aun no comprendo.

Hay algo que comenzó a crecer, muy lentamente, en un lugar lejano que me pertenece.

Pero llega la noche y el tiempo se acaba, quisiera poder no dormir y estar despierta el resto del día, como si hubiera descansado. Hoy soy de las que opinan que dormir es una perdida de tiempo y que para el descanso, esta la muerte. Es que no me va a alcanzar la vida para materializar todo esto, para contar, para decir, para dejar la huella impresa, no me alcanza. Necesito más horas, necesito más soles, más manos y menos corazón para no sentir tanto. Necesito poder de síntesis, necesito más soledad aún, necesito dejar de necesitar sobre todo.

Pero nada.

Me siento frente a un monitor exhausto de mi presencia literaria y pretendo que las cosas broten, justo ahora que estamos en otoño. Así me siento, como un árbol cuando queda desnudo por el viento. Una idea saca a bailar a otra, esa a otra y así sucesivamente se generan cadenas de ideas que no confluyen en nada. Es el vacío el que habla, el silencio de un Alma, que no es el silencio de la paz mental sino, ese silencio que esta lleno de ruidos, preguntas, incógnitas y desaciertos.

Nada.

Perforar el vacío es imposible, otros vacíos hay detrás. Lo intente, aunque sea imposible. Es como si fuese una procesión de vacíos. Uno termina sin encontrar más que eso.

Nada.

Y si le sumamos una I curiosa que se asoma: Nadia.

¿Cúal es esa I que falta en mi vida? ¿Qué es la nada sino parte del todo? ¿Cómo saber si ese vacío no contiene todo el resto? Es curioso como un vacío, genera un exceso. Amo las paradojas o ellas me aman a mí, aún no lo sé. No se nada hoy.

Pero intuyo que del vacío nacen las posibilidades, que de esa nada hay un gran todo latiendo, dispuesto a tomar forma en el silencio. Todo lo que nos habita, contiene al vacío. Y nosotros también, albergamos al vacío del Universo.

En definitiva creo que es el vacío del mundo el que me satura con sus ruidos.

Necesito sintonizarme con el silencio de los espacios infinitos, de los que habla Pascal, esos que antes me producían terror y hoy añoro.

Siempre consigo entender las cosas simples después de que me enrosco con las complicadas, diría Brida.

N.P.S

28/03/11

17 de marzo de 2011

Entre mujeres

Hoy comencé mis clases de pintura por la mañana, en el taller de Ana, y grafología por la noche, en pleno Belgrano. Ya los jueves no van a ser más cobardes, ahora son intelectuales, artísticos y puramente proyectivos. El entusiasmo de lo nuevo y la curiosidad de descubrir lo desconocido renuevan los colores de mi andar.

En ambos grupos somos todas mujeres, interesante y curioso. Me gusta conocer gente nueva, aprender junto a otras que siento pares desde los ojos hasta los pies, la energía femenina es tan particular que se inspira en el aire. Así, entre mujeres de variadas edades, con diferentes expectativas e historias de vida, transcurro.

Comienzo una nueva etapa como artista, como psicóloga, como ser humano, como una buscadora aprendiz, como mujer.

Me reconozco en los ojos de mis compañeras, me encuentro en sus manos y me desencuentro en sus palabras. Porque siempre sobra y nunca falta, el comentario desubicado, el prejuicio sin base, la mirada acusadora y por eso también es toda una experiencia esto de los grupos colectivos aprendiendo algo en particular.

Sobre todo en estas dos cuestiones tan introspectivas como la pintura y la escritura, dos medios de expresión intrínsecos al ser humano.

¿Quién dijo que es facial descubrirse a uno mismo? ¿Dónde dice que no tiene sus consecuencias y sacrificios estudiar el comportamiento humano?

Correr el velo que uno mismo creo, no es para cualquiera.

Cuesta aflojar la mano, dejar caer el control conciente, relajar las defensas.

Mujeres de óleo, letras entre mujeres, mujeres entre mujeres.

Interesante. Esa es la palabra, e intenso. O será que yo soy la intensidad misma y es por eso que todo retumba y deja huella en mí de una manera…especial, interesante o propia.

Por algo soy mujer.

N.P.S

17/03/11