30 de diciembre de 2013

Señales de vida

Hoy presencie tres accidentes, en menos de 12 horas.
No creo en las casualidades, tampoco en el azar.
Si creo que la vida te envía señales, mensajes que hay que codificar.
Me apasiona y entusiasma esa búsqueda, porque la respuesta es tan sutil y clara que uno queda sorprendido, atravesado por el milagro.

Me pregunte que me intento decir el destino, la vida, o lo que sea que se me quilo presentar tan insistentemente. Confieso que me “asuste” o me perseguí cual destino final, sobre todo porque el ultimo casi lo presagie. Pero elegí entender las cosas desde otro lugar, luminoso y de expansión; no de advertencia.

Lo positivo es que en ninguno de los tres accidentes hubo heridos, pero lo que vi, sobre todo en el de las vías, fue muy fuerte, muy crudo e intenso. Como dijo el taxista “ahí puso la mano Dios” y les juro que fue así. Evidentemente no era el día en que esa mujer tenia que morir; pero si despertar quizá de un largo sueño.

Y estas cosas son un cachetazo para despertar, son una conexión intensa con la vida, con el aquí y ahora. Nos alertar para poder tomar conciencia de que somos finitos por no decir esa frase tan chicle de que "no somos nada" porque somos mucho, pero es cierto que en un segundo todo puede cambiar. Que podemos pasar a otro plano
casi sin darnos cuenta, en un instante.

Somos efímeros. No tenemos el futuro comprado, ni el tiempo.

La vida es AHORA y que no sea solo una frase linda o de autoayuda, que se puso muy de moda en los últimos años de la era new age. El presente es un regalo y sin embargo, todos (algunos más otros menos) nos hacemos problema por tantas estupideces, por cosas tan pequeñas, nos enroscamos, nos herimos, nos malinterpretamos. Nos preocupamos, en cambio de ocuparnos, nos angustiamos y vivimos a veces casi por inercia inmersos en un mundo capitalista, vertiginoso, que nos devora, que nos deja sin aliento y sin energía. El tiempo se escurre y se vuelve difícil encontrar el momento para disfrutar, para frenar, observar, contemplar, descubrir, el mundo, a los otros, a uno mismo sobre todo...

Es un camino arduo y complejo salir de ese círculo, y por más voluntad e intención que uno ponga, igual no puede salirse del todo. Por mas que nos tomemos la vida enserio, no vamos a salir vivos de ella! Pero, y acá viene lo esencial, si puede cultivar la conciencia, mediante diferentes técnicas poner en practica esto de lograr enfocar la mente en el aquí y ahora, y poder tener como ejercicio conciente esto de que
somos finitos, de que la vida es un juego maravilloso, lleno de obstáculos, de luces y sombras, de alegría y dolor de soles y tormentas, de gente preciosa, de gente que no lo es tanto a veces, pero que TODOS somos Maestros y que cuando nos vayamos de este mundo, lo único que realmente va a importar es cuanto amor pudimos dar, todo el resto se desvanece, TODO. Estoy convencida de eso, casi como si lo recordase.

Nos hacemos problema por la plata, por el espacio, por los vínculos, por tantas cosas que son efímeras y fugaces en comparación con la eternidad ¡Somos un parpadeo!

¿Que estamos esperando?

La vida no es un accidente, porque un accidente no se puede evitar. La vida hay que vivirla ADREDE, pocos viven vivos. Creo que ya es hora de escuchar las alarmas, de cambiar la realidad con acciones, basta de revoluciones de escritorio, de quejas sin efectos. Es hora de despertar y despertar al resto, de sacudir, de amar, de abrazar, de darnos cuenta que el planeta necesita recuperarse, necesitamos sanar y sanarlo, necesitamos reconstruir una humanidad mas justa, más noble, más luminosa. No hay tiempo, el tiempo es AHORA, es hoy.

Por la tierra, nuestra única madre, por nosotros, por nuestros hijos y por cada alma que llega al mundo y elije, pese a todo, reencarnar en este sagrado Planeta Tierra y vivir esta
experiencia que llamamos vida.

Hagamos que esa experiencia, valga.
Honremos la vida.
Celebremos estar vivos, aquí y ahora.
Pase lo que pase no perdamos el don de la sonrisa.
El poder interno de la revolución pacifica.
Seamos guerreros del amor, amantes de la paz, poetas del silencio.
Seamos soñadores concientes, la imaginación es poder.
Creamos a partir de lo que creemos, somos cocreadores de todo lo que existe.

¡Que la vida es hoy carajo, que mañana realmente puede ser tarde y que sé lo que es ver morir a alguien en tus brazos y entender realmente, que no somos eternos en este envase y que tarde o temprano, todo se termina!

La vida es un regalo, saquémosle el envoltorio y descubramos que hay adentro.
El mundo no seria igual sin cada uno de nosotros.
Vivamos adrede, la vida y el planeta aun, nos regalan señales de vida.

Que así sea.

N.P.S

30/12/13


Agradezco a Vani que vivió parte del día conmigo, que no fue casualidad.
Amigus GRACIAS por vivir, sos amor, sos risa, sos cosquillas en todos lados.
Vos también fuiste parte de este día, desde la conexión alma a alma. 
Vos sabes... 

21 de diciembre de 2013

Despierta


Estoy despierta.
Despierta en un mar de olas dormidas.
Rugue desde en el centro de mi corazón,
la leona que me habita.

Despierta olas y árboles,
poseo el poder de la creación.
Siento ascender la sabia de la tierra,
por mis venas.
El fuego del universo enciende mis pupilas.

Estoy aquí.

Habitada por el misterio del vacío,
del enigma,
de la sigilosa búsqueda interior.

Soy lo que no tiene nombre.
Late en mí la fuerza de lo incognoscible.
Inhóspita y afortunada, existencia.

N.P.S

20-12-13

14 de diciembre de 2013

El camino de regreso


Camino sobre el fuego; ya no quema, mis pies son duros y están enraizados al centro de esta Bendita Tierra, Madre. El miedo desaparece cuando se han atravesado infiernos de lava y cuervos.

Sé quién soy, no hay límites cuando estas con el corazón abierto. Emprendo el vuelo de una búsqueda sin final, que ya ni se cuando comenzó.

Me deshago de este rumiar tortuoso que es el pasado, que embate una y otra vez con una fuerza arrasadora, trayendo la desdicha y la desesperanza en cada respiración. El retorno continuo de lo que no esta, lo que no fue, lo que ha muerto, de lo que no elijo y sucede una y otra vez como un circulo sin fin. La famosa compulsión a la repetición, la destierro.

Cierro los ojos y escucho mi susurro interior, guía honesta e íntima que apacigua ansiedades y responde a dudas existenciales que no encuentran respuesta. El ruido del mundo, de los otros y el de mi propia mente no me permiten en el devenir cotidiano, escuchar esa esencia que si sabe de la razón de cada hecho.
Causa y efecto, acepto y suelto, intento seguir adelante desde mi lucha interior, esa que yo sola conozco y resisto, celebro y combato.

Integro los opuestos, reconstruyo mi identidad, me complemento a mí misma.

Me despojo de los ideales ilusorios que empañan mi visión y sobre exigen a mi espíritu, a mi cuerpo y a todo lo que soy, a dar más de lo que puedo y a esperar más de lo que existe. Abandono la perfección para aceptarme humana y limitada, sabiendo que doy todo lo que puedo desde la mejor intención y voluntad.  

Acepto y construyo mi realidad, que es mágica también y posible sobre todo. Mi propia utopía en la Tierra, la historia que elijo seguir viviendo, que es diferente, compleja y requiere de un esfuerzo personal inmenso, pero es la que mi naturaleza me dicta. Aceptarla es parte del proceso, aunque no sea lo que soñé, lo que elijo muchas veces, esto también es parte de lo que soy.

Sostengo y cultivo cada dia de mi vida, con esfuerzo, paciencia y una fuerza interior que a veces me sorprende, esa parte que desconozco de mi misma y resurge en los momentos más ásperos y desoladores para recordarme quien soy realmente. No estoy sola.

Una vez más emprendo el desafío de enfrentarme al laberinto de quien soy, el espinoso camino de intentar comprender las reglas de este misterioso universo que nunca lograremos abarcar. Tomar la punta del ovillo y animarse a desenredarlo con filosofía, sabiendo que enredarse es inevitable y habrá que volver a empezar. Otra vez desglosar destino,  el karma y los astros, para intentar justificar o darle un sentido a lo que no tiene respuesta. Me zambullo en el mar de las emociones, de la vida, de la fecundidad y nado tan profundo como sea necesario.

Reconecto con mi fuente infinita, me enfoco en mi centro, sabiendo que el único compromiso es conmigo misma y que todo lo demás, es pasajero.
Capitalizo cada experiencia de vida intentando soltar el dolor para que vuele y se transforme en algo mejor, para que cada experiencia, ciclo y ser humano que me atraviese me nutra y reconstruya desde cada rincón y plano, con el fin de poder reencontrarme a mí misma y ser feliz en la unidad. Poder brindarle al mundo también, la mejor versión de mi misma, esa es también mi responsabilidad.

Confío en esa energía creadora que es el Alma de todo, el Amor. Entrego a mis guías y a mi Maestro lo que me sobrepasa, lo que no puedo sostener más, lo que no comprendo. Y en esa entrega, dejo que fluya hacia mí y desde mí, todo lo que sea necesario que se mueva, muera y nazca.  

Reconecto una vez más con el camino que me lleva a ese espacio de armonía y comunión que me devuelve la paz mental, la serenidad en mi respiración, en mis pasos, en mi manera de ser y estar en este Universo. Cultivo y sostengo ese espacio de búsqueda por el simple hecho de que me hace bien, desde la sonrisa hasta el Alma, me equilibra.
Allí es donde realmente me siento completa y no necesito más nada. Allí cesa el deseo, la febrilidad mental, el cuerpo es vehículo y somos observadores de este juego llamado vida, desde allí tomamos conciencia real de quienes somos y que estamos haciendo acá, en esta experiencia humana.

Hay un todo que nos habita, inexplicable. 

He vuelto a casa.

N.P.S

14-12-13