19 de mayo de 2009

Creer o reventar

Creo para comprender, y comprendo para creer mejor.
San Agustín *

Creo en la amistad compartida,
y en las manos compañeras
que delinean mi camino.
Si no creería en todos aquellos,
que se revelan ante la injusticia,
y luchan día a día.
No creería en el mañana,
ni el pasado diluido en las pupilas ajenas.

Creo en la esperanza,
que crea una fé intangible,
que cree en certezas inexplicables.
Creo en mis valores,
si no, no creería en mi misma,
ni defendería lo que hago,
ni reflejaría lo que creo.

Creo en hacerse cargo,
en ser responsable, primero de uno mismo,
de sus propios actos y desaciertos.
Y después del resto de los mortales.
No creo en profesarlo y no hacerlo.
Creo poco en la teoría, creo más en la práctica.

Creo en la verdad,
creyendo que descomprime la angustia de los que creen.
Creando nuevos espacios,
de miradas transparentes.
Creo en la frontalidad,
que crea la conciencia, creando paz.

Creo para crear
Creyendo que creando
Puedo creer.

No creo en los quiebres definitivos,
si creo en las reconcialiciones sinceras.
No creo en el vanidoso orgullo,
si creo en el humanitario perdón.
Creo que perdonar crea,
y yo quiero creer, creando.

Creo en la sinceridad de las pupilas,
y en el temblor de la palabra pronunciada a tiempo.
Creo en la mirada de frente,
en las manos limpias que crean,
las Almas concientes.

Si no creyera en lo que creo
No podría ser quien creo que soy.

Creo en el dolor,
en el hueco que se crea cuando el dolor, cree.
Creo en el olvido,
que crea más memoria
creyendo olvidar.

Creo que la mentira oxida,
creyendo salvar lo insalvable,
contaminando lo creado.
Quien la ejerza creyendo que es la mejor opción,
es solo un cobarde que se cree su propia excusa.
No creo en la mentira,
si creo que la gente no cree en si misma.

Creo en la lucha,
y en las convicciones internas.
Creo en la revolución,
que crea nuevos puentes.
Y creo lo que el Che creia:
Que la unica lucha que se pierde, es la que se abandona.

Si no creyera en lo que creo
Creo que no me creería lo que soy.

Creo en la balanza,
de crear un equilibrio.
Creo en el destino,
que recrea a nuestra par,
lo que creemos no crear.

Creo en el delirio,
que cree sin preguntar.
Pregunto: ¿Quiénes creen sin delirar?

Creo en mi y no me quemo.
Ya me queme por los demás,
creyendo que creia,
que creer era confiar.

Pero ojo…
¡No vayas a creer lo que te cuentan del mundo
(ni siquiera esto que te estoy contando)
ya te dije que el mundo es incontable!


N.P.S
19/05/09


Nota: La última frase en cursiva pertenece a Mario Benedetti, quien se “fue de gira” hace dos días. ¡Gracias Maestro! (Siempre creí en vos)

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