17 de junio de 2010

Un año sin Fernando: Un año de vidas

Hace un año murió una manada de seres irrepetibles.
El inocente y humilde Palito murió en manos de la Policía Federal, a causa de un gatillo fácil. Aun no se esclarece el caso ya que un policía dice que “se le escapo un tiro” cuando Palito le había tocado el culo a una piba y al otro se le escapo porque después de limpiar el vidrio de un auto, Palito uso su amada remera de boca para emparejarlo. Pero su gorrita, el equipo de gimnasia y algunos dientes de menos fueron suficientes causas para disparar y apuntar al corazón. Rubén Ramón Sixto Alegre ya no “te va a hacer má el amo´ con la ropa pue´ta”
El verborragico trisexual mexicano, Ricardo Alfredo Ñuñoa Cruz, conocido como Dick Alfredo murió por una sobredosis de cocaína, sumado a unos cuantos tequilas de más. En el mismo cuarto se encontraba un travestí, dos mujeres y un hombre.
La mágica y tierna Milagritos López se acurruco en su mecedora a escuchar un poco de su amada música cubana y así murió, sola entre sones…de viejecita nomás. Probablemente sus últimos susurros hayan sido: tú sabes, que si piensas bonito sucede bonito. La perdida de Milagros Dolores Guadalupe López López, es inmensa.
La adorable y simpatica Cristina Patricia Megahertz, conocida en el barrio como La Mega murió en manos de un grupo de “bravucones” que se creyeron machos por violarla y tirarla en un descampado. Los culpables están prófugos y su legendario pueblo de Canelones pide justicia.
Martin Revoira Lynch murió en el túnel de Avenida Libertador. Parece ser que venia de una importante cena de negocios, donde había bebido algunas copas de más de un fino champagne importado. El auto quedo irreconocible, no se sabe aun si era un Audi o una Ferrari, el cuerpo de Martin salio despedido y quedo intacto, con botox y rolex incluido. Así murió, con la billetera llena pero con el corazón vació. Sus amigos más cercanos no asistieron al velorio, porque tenían cosas más importantes que hacer como esquiar, andar en yate, realizar grandes inversiones entre otras tantas “ocupaciones”.
Mario Modesto Sabino, probablemente el mejor taxista de Buenos Aires, ese abuelito ronco que todos hubiéramos querido tener, murió en el hospital por una gripe estacional. La enfermedad presento desmejoras, por el daño que presentaban sus pulmones a causa del tabaquismo. Dice la enfermera que justo minutos antes de morir hablaba con una mujer. Estercita, le decía al aire y le tomaba la mano. Se ve que por fin se reencontraron...
La vieja peste rosa tomo por sorpresa al cuerpo de Roberto Flores pero el AZT lo había salvado, el virus estaba controlado. Sin embargo, hace cinco días que Roberto no aparecía por ningún lado. Lo encontraron electrocutado en su propia peluquería, parece que andando en patines se enredo y el asunto se puso negro.
El diputado Rafael Orestes Porelortti se suicidio, tras arrojarse a las vías del tren en el barrio de Saavedra. Parece ser que CQC tenia pensado hacer publica una cámara oculta donde por fin iba a develarse la verdadera cara de su campaña, repleta de mentiras, coimas y corrupción donde se observa claramente a Porelortti relacionándose con grupos mafiosos, incluso internacionales, y miembros del estado. Tras haberse enterado de esto, su única solución fue quitarse la vida. Así terminan siempre los que no pueden con su propia mentira.
María Elena Rinaldi, murió junto a su pareja Marilina, cuando juntas intentaban cortar el árbol de la puerta de la casa que estaba levantando el piso. En plena mañana de sol, Maria Elena decidió salir con la sierra eléctrica a cortar el árbol y terminar con el problema. Cuentan que con la transpiración, se le zafo la sierra y se corto una mano. Murió desangrada camino al hospital.
La muerte de Johnatan Bermúdez es todo un misterio. Cuentan los que saben, que se podría haber contagiado de un peligroso virus virtual que anda dando vueltas en la Internet. Lo encontraron muerto sobre el teclado y con la mano congelada sobre el mouse. Aun se investigan las causas.
El respetado Monseñor Lago ha muerto de asfixia en la parroquia donde vivía, según ha comentado Raúl Portal a la prensa. Cuando las Hermanas abrieron cuidadosamente su aposento, varios pequeños niños salieron horrorizados de allí. Monseñor Lago habría ascendido a los cielos tras atragantarse con un pebete. El padre Grassi se encargara de sus restos y el cura Bergoglio dará una misa pasada la medianoche, sin restricciones de protección al menor. Que Dios lo ampare.
Osvaldo Jeringa, uno de los tantos cirujas que vivía sin molestar a nadie en las mugrosas calles de nuestra ciudad, ha sido encontrado con un tiro en la nuca debajo del puente donde vivía. Según comentan los testigos, dos señoras de muy buen pasar, fueron a hacer una denuncia falsa a la comisaría de la zona, alegando que el Sr. Jeringa les había querido robar, cuando todo el barrio sabe que Osvaldo era inofensivo y lo único que pedía eran monedas para comprar alcohol. Apropósito, resulta ser que ambas mujeres habían sido citadas a declarar pero irónicamente, una de las mujeres murió el mismo día de la muerte de Osvaldo. Su nombre era Delia Dora Fernández y estaba acompañada de Lita de Lazzari, su inseparable amiga. Según cuenta Lita, ellas hicieron la denuncia correspondiente pero acota: “nosotras no tuvimos nada que ver con la muerte de ese callejero, la policía hizo lo que tenia que hacer, para eso esta. ”. Y cuenta que luego de aquel incidente, fueron a tomar el té a la casa de Delia y que su nieta puso la película del Che Guevara. Parece ser que a Delia Dora le agarro un infarto y no pudieron hacer nada para salvar su vida. Lita de Lazzari se encuentra muy acongojada y saca un pañuelo de su mano derecha para secar sus lágrimas, en recuerdo de su gran amiga. Lita la recuerda con una sonrisa y dice “Delia quería un país mejor, sin negros, con más mano dura. Fantaseaba con poner bombas en los tachos de basuras para exterminar a los cartoneros”. Pero el corazón no le resistió…una pena.
El conocido sepulturero y su compañero obituarista, Pepe, han sido aplastados por kilos de tierra que por error fueron depositados en el lugar equivocado del cementerio. Gracias a Dios, tanto Pepe como el sepulturero estaban durmiendo en el momento del accidente. Hoy saldrán en los avisos fúnebres de la nación, no se sabe aun quien leerá sus nombres allí.
La acelerada ama de casa Elisa Rufino, extremadamente preocupada por llegar a hacer la cena en el horario establecido, para su marido y sus dos hijos varones, tropezó con el changuito lleno en medio de la Av. Cabildo y fue atropellada por un colectivo de la línea sesenta. Lamentamos que no haya llegado a tiempo para cocinarle a su familia. Generalmente a la gente que vive tan apurada dentro de sus propias limitaciones y estructuras, termina pasándoles la vida por encima.
Y dicen las malas lenguas que quien era intimo amigo de todos, un tal Fernando, se murió también. Yo no creo en la prensa amarillista, creo en lo que perdura en el aire y en lo que late en el interior. Si no somos más que un paréntesis de existencia, entre tanta eternidad que nos contiene de lado a lado.
¡Já que se va a morir ese puto con lo terco que era! Bah…chusmerio barato.

N. P. S

17/06/10

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