19 de diciembre de 2010

Recibiendo la vida

Decir que estoy AGRADECIDA seria insignificante, no me cabe una vida entera para poder agradecer tanta abundancia.

Se me llenan los pies de cosquillas cuando leo ese cuaderno que se ha convertido en un tesoro repleto de dulzura y nobles palabras...a veces pienso ¿Todo esto es para mi? ¡Guau! Y ante tanto, solo puedo suspirar y sentirme honrada.

Estoy absolutamente conmovida por tanto AMOR, en cada gesto, en cada abrazo, en cada dulce palabra, en sus miradas, en sus lágrimas, en cada regalo tan exacto...

Me desarme en cada ronda de aplausos, en cada copa alzada, en el tiritar de sus pupilas, en las complicidades tan únicas. Recordar el sonido de los aplausos me produce una sensación de adrenalina y paz, intransferible.

Me recibí a mi misma en este final que recién comienza; y no pensé recibir tanto apoyo y reconocimiento. Me han hecho sentir la mujer más feliz de este Universo, tanta celebración me confirma que TODO valió y vale la pena, que la respuesta estaba en sus manos abiertas y en su infinita gratitud. Sé lo que vine a hacer a esta Tierra y toda esta última etapa no fue más que un eslabón de la misma cadena, reafirmando aquellas certezas que nunca tambalearon en mi interior. Los otros son espejos que nos devuelven nuestro propio reflejo.

No tengo idea de cuantas semillas sembré, pero la cosecha no cabe en ninguna canasta, el Alma se expandió sin retorno.

Realmente nunca había llorado tanto de felicidad en toda mi vida, me conmueve existir.

Siento unas alas inmensas que me sostienen en un vuelo tan alto; que el cielo parece no alcanzar.

Cada inhalación es un Milagro, me siento bendita y eterna cuando exhalo hasta con los pies.

No tengo dudas de que la vida es una celebración constante cuando uno esta receptivo en su centro.

Agradezco a mamá y papá, por todas las sorpresas, por cada detalle, por conocerme tanto y amarme de esta manera tan pura que me hace sentir una privilegiada por tener como padres a dos Seres Humanos tan llenos de luz y amor para dar. Si hay en mí esas cualidades, es en parte, lo que aprendí toda mi vida de ustedes.

Crecí en un hogar colmado de solidaridad y sabiduría, no seria quien soy si no tuviera dos padres tan bellos. Verme reflejada en ustedes me da orgullo; cuan sabia fui en elegirlos antes de llegar a este mundo.

No me alcanzan las palabras para retribuir una mínima parte, tal vez mis ojos y mi felicidad sean la manera más sincera y clara de hacerlo.

Eternamente AGRADECIDA al Universo, a todos mis amigos, compañeros de ruta incansables, a los destellantes seres de luz que me rodean, a mi loca familia y a cada partícula de vida y AMOR que vibra, en todo.

Me resta alzar los brazos al cielo y sentir en ese huequito, que se nos hace a la altura del estomago, un sin fin de mariposas danzando entre luces de colores. No puedo pedirle a la vida más nada, porque tengo todo lo que necesito: AMOR en todas sus formas y estados. Sé que estoy donde tengo que estar y siendo quien soy, en mi más pura esencia; esa sensación es innegociable y no se compra en ningún sitio de este Planeta.

Aun vibra en mí la energía recibida, la dicha colma mi corazón; y sé que esa sensación no es momentánea, me habita desde hace siglos.

La semilla esta plantada.

La vida es un sueño que día a día hago realidad.

GRACIAS por ser parte esencial.


Los amo, siempre.

Nadia

19-12-10

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