Observo caer tus retazos, se resisten, pero
caen al fin.
Se desploman las máscaras, se corre el
maquillaje.
Contemplo con paciencia, como se descascaran
tus realidades.
Aguardo, capa por capa, que la esencia
afluya;
sé que los centros siempre están protegidos
y que es solo cuestión de tiempo.
Tus defensas se derrumban, tus excusas, tus
pretextos.
Se destiñen los disfraces, uno por uno,
dejándote desnudo;
al menos frente a mí.
Tus personajes te abandonan, estas solo con
vos mismo
y yo sé que no hay soledad más dura que la
de enfrentarse al espejo.
Eso sos, ahí estas, íntegramente: vos.
Esa nada que te parte el pecho, ese ser
extraño y tan conocido.
Tu pasado, tus miedos, tu infancia, tus
amores, tus odios
y tu bendita ansiedad, que no abandona ni a
tu reflejo.
Los fantasmas aparecen todos juntos, como
si se autoconvocaran.
También los colores, la luz y la sombra, siempre fluyen juntas.
Te invaden los recuerdos, estas habitado,
no podes escapar.
Es momento de enfrentar-te, de sincerar-te,
de poder por fin
animarte a ser libre, a conocerte, pero
sobre todo
a re-conocerte, que es lo más esencial.
Escucho como me mentís, sin intención,
intuyo
porque sé que no sos consiente, no aun.
Sos como un niño, inocente y ingenuo.
Aun así te siento salir del letargo, desperezarte
como el oso polar que hiberno tanto tiempo,
que ha olvidado la luz del sol.
Percibo como algo desde adentro
late y puja por abrirse, pétalo a pétalo
así como la primavera, cálida, nace
tímidamente
luego del crudo y largo invierno.
La voluntad del ser es así; fuerte y tenaz.
Se te caen las palabras, lo dicen tus ojos
pero aún no lo sabes; yo puedo escuchar esa
voz.
Recojo tus escombros, para ayudar a sanar,
a rearmarte
aunque esa sea la tarea más individual del
mundo, te brindo mis manos;
y también mi corazón, porque yo ya estuve
ahí.
Vos también podes florecer
Porque tenes esa capacidad.
N.P.S
02-10-2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario