Hoy, tengo uno de esos días donde
todo se mezcla y eclosiona.
Donde una no puede separar el
pasado, del presente, del futuro.
Esos días donde se mezcla como
una maraña, todo.
Y cuando digo todo es; la leche,
con la sangre, la teta con la luna
el barro entre los dedos y la luz
de mi esperanza, la mugre, el sacrificio
y la puta salud tan sutil, que se
desequilibra, así…sin reparo.
Hoy tengo uno de esos días donde
enfrentaría a Dios cara a cara
y lo desafiaría a mirarnos
fijamente a los ojos, a ver si puede sostenerme la mirada.
Le preguntaría muchas cosas, pero
sobre todo, disfrutaría sus silencios,
me gusta incomodarlo.
Hoy estoy puérpera, además
menstruo, las hormonas caminan hasta por las paredes,
sola, no estoy pero me siento,
sola.
Todo resulta injusto, inmerecido
y ni siquiera salio el sol.
Tengo un alfajor, esos de mouse
que mi abuela regala, de esos que salvan
la huerfandad del corazón, ese
puto vacío existencial o como mierda se llame
que ataca a veces con uñas y
dientes, hasta dejarnos sin palabras.
Hoy son un manojo de sensaciones,
todas mis personalidades afluyen.
Las que fui, las que enterre, las
que soy, las que soñé, las que odio, las que aun no fui.
La niña, la mujer, la madre, la
psicóloga, la artesana, la pintora, la que escribe
la espiritual y todos esos roles
y calificativos que me ponen, y me pongo.
Todas.
Imaginen lo que es esa danza en
mi cabeza, en mi piel, ese repiqueteo latiendo en mi corazón, como una
chacarera doble, sin compás.
Creo que ni Dios podría, atender
tantas voces.
N.P.S
30/09/13
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