Y cuando digo todos, me
refiero a cada ser que habito este Universo.
Cuando esa maya se abre por
alguna razón desconocida, revelando un nuevo plano, entonces me vuelvo
observadora de LA realidad, despierto del sueño, suelto las mascaras; atónita.
Se diluyen los disfraces; no hay quien los sostenga y entonces, tomo conciencia
de la ilusión en la que estamos inmersos. Se revela la matriz, la vista se
nubla y por un segundo se diluye e interrumpe “la realidad”, es decir: el mundo tal cual lo conocemos con sus
colores, su materia, sus dimensiones, su forma ¡Pum, desaparece!
Y en ese segundo no hay
sonido, ni color, ni olores, no hay sentidos ordinarios.
No hay…
No hay…
…apenas lucidez
Impalpable
Impostergable, lucidez.
No puedo poner en palabras
una sensación tan fugaz como misteriosa, tan ajena y sin embargo, universal.
Me cuesta nombrar lo que no
comprendo, nos enseñaron a llenar todo de calificativos pero no se puede poner
palabras a lo que no fue creado, a lo que desconocemos y nos habita, nos
invade, nos atraviesa.
Me niego a racionalizar en
palabras lo sublime de una experiencia que insiste en presentarse sin orden,
sin permiso, sin filtros, espontáneamente.
Apenas la comprendo y sin
embargo se que es una puerta mas –inmensa, extraordinaria – hacia el
conocimiento de “lo real”.
Un velo mas que se corre,
una capa más de la cebolla que cae, un paso más cerca hacia el centro
de uno mismo
del universo
del todo, que es uno
de este misterioso juego,
que es nuestra existencia.
«La realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello,
sigue existiendo y no desaparece»
Philip
Dick
N.P.S
Septiembre
2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario