30 de noviembre de 2013

La gente anda diciendo


La gente anda diciendo que estamos iguales y que somos iguales.

Dicen que “deberíamos” estar juntos, porque ya lo estuvimos en la infancia. Como si fuera ley esto de repetir lo que paso o terminar lo que empezó. Como si hubiera principio y final en el orden de las relaciones humanas ¿Lo hay?
¿Deberíamos estar juntos porque somos iguales? Me pregunto si ser muy parecido a otro es condición o requisito para estar con alguien, como si uno eligiese desde ese lugar a las personas.

Como sea, eso es lo que mucho circula en las representaciones sociales de pareja, algunos opinan que si dos personas son muy similares en sus gustos, filosofías de vida, valores y formas de vivir en día a día se van a llevar bien o van a consolidar una pareja, justamente, pareja. Otros piensan que cuando dos personas son muy diferentes se complementan y aprenden más, se nutren mutuamente. Esa tan famosa frase de que los opuestos se atraen ¿No se atraen también las personas desde el reflejo? Quiero decir, esta sensación de sentirnos espejados en otro que es muy parecido a nosotros mismos, desde la empatía, desde el compartir espacios comunes y formas de vivir la vida.

En mi experiencia, basta e intensa, he aprendido que no hay una fórmula mágica para el amor, ni hay una manera única, ya que son tantos los factores que influyen y nos atraviesan a la hora de elegir una pareja que resulta inútil reducirlo a cuestiones tan matemáticas y lógicas.  Y son tantos los estadios diferentes; desde gustarse, enamorarse, amar y elegir a conciencia construir algo con ese otro, un compañero con el cual caminar y crecer juntos desde la libertad personal, poder construir de a dos un camino único.

Claro que no es fácil, pero la gente anda diciendo que “deberíamos” estar juntos como si tendríamos que obedecer cierto mandato o fórmula secreta ¿Qué sabe la gente de vínculos? ¿Qué sabe la gente de amor? Del amor incondicional, sin egoísmos, de la entrega sincera y sin intereses, de construir desde un lugar común y con verdadera voluntad. Creo que vos y yo nos conocemos desde un lugar tan esencial e inalterable que no necesitamos estar juntos desde ese otro vínculo que la gente anda diciendo. Porque no nos toco, porque no nos paso, porque somos otra cosa y elegimos serlo también, porque es así, sucede, acontece, pasa. Y eso no quita que no haya amor, porque de sobra hay.

La gente anda diciendo tantas cosas por decir que cuando me detengo a escucharlos en silencio, me da gracia. Me rio por dentro y festejo las reflexiones de los demás hacia mi persona o hacia lo que tengo que hacer con mi vida, sobre todo porque son opiniones tiernas, de gente que me quiere bien y aconseja desde el corazón, por eso me rio y celebro que la gente ande diciendo, tantas cosas.

N.P.S

30-11-2013

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