2 de julio de 2009

Lo que no vemos es lo que nos mata

N1H1, gripe A, gripo porcina, gripe estacional, infecciones respiratorias y un sin fin de nombres extraños.
Atrás han quedado el dengue y la inseguridad, las famosas elecciones y hasta Showmatch.
Ya no se habla de otra cosa que de la muerte, por que al fin y al cabo ¿De que hablamos cuando hablamos de emergencia nacional? ¿De que hablamos cuando pones Crónica y tiene una placa roja constante que dice “van 50 muertos” y aumenta sin piedad? ¿De que hablamos cuando pones C5N o canal 9 y están las 24 hrs, con alerta, música de película de terror y unas caras pálidas y rígidas? ¿De que están hablando estos amarillistas oportunistas, si no es de la muerte? Pero ellos merecen un capitulo aparte.

Se cayó un avión con 228 personas a bordo, primero el misterio y después la muerte, ni un sobreviviente.
A los veintiocho días, se cayó otro avión con 153 personas a bordo, una niña de 14 años la única sobreviviente.
Se caen como pájaros. ¡Y se seguirán cayendo! Porque el hombre no puede manipular la naturaleza a su antojo, hay una grieta que se le escapa de las manos, lo inmanejable, lo que no puede controlar.
No podrá nunca ser perfecto, nunca. Pero su omnipotencia y orgullo, puede más, siempre pudieron más.
Peña tenia razón, después de once años de ser comandante de abordo decía: “Los aviones vuelan de milagro”.
Pero parece que los milagros, están escaseando últimamente.

Grandes partidas de iconos, famosos y públicos, anónimos e íntimos.
Albert Hofmann, Jorge Guinzburg, Mario Benedetti, David Carradine, Fernando Peña, Alejandro Doria, José Ignacio Hamilton, Michael Jackson, Farah Fawcett, Andres Cascioli y un sin fin más en los últimos tres años.
Los anónimos ni hace falta nombrarlos…pero considero que los públicos, al ser tan masivos le pegan justamente, a una cantidad de gente importante y no por nada muchos, fueron grandes iconos irrepetibles y únicos, que hoy ya son leyenda. Lindo haber vivido para conocerlos y disfrutarlos y también feo, perderlos. Es la ley de la selva.

Golpe de estado en Honduras, más muertes por la gripe A, paranoia, fin del mundo, decorativos barbijos, todos olemos a alcohol en gel y el mundo, sigue girando. Porque no pueden cerrar el mundo, detener su eje, no puede el hombre luchar contra el estado natural de lo divino.

Y una interesante y sabia profecía Mayas para fines del 2.012, resuena en mis oídos casi como un zumbido. Muy sintéticamente, expresa lo siguiente:
“Los mayas no hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de evolución hacia niveles superiores. La profecía maya más bien nos habla de cambios que ocurrirán a nivel físico en el planeta, y en la conciencia de la raza humana.
El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad se tendrá que escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de que todo esta vivo y que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz.”

Cientos de otras teorías sobre el eje de la Tierra, grandes cambios planetarios, fin del mundo, extinción de la raza, sobrevivencia de los más elevados, calentamiento global…hasta Nostradamus, que dependerán de la fé o la certeza interna de cada uno. La realidad, es que lo que nos esta matando es un virus. Es algo microcospico que no podemos ver, no podemos tocar, no podemos frenar.
Lo que nos mata, es invisible. Suena casi poético, pero no lo es.
Nos queda aun esperar, una invasión extraterrestre, algunos desastres naturales más, un par de Tsunamis que los especialistas ya registraron, tal vez algunos miles de virus más letales y un barrido cósmico, sin escrúpulos.
Podes creer o no, en todo esto, pero no podes hacer oídos sordos ante una realidad tan evidente, tan palpable, tan obvia. Cada uno tomara el mensaje, codificándolo de determinada manera personal, pero creo que hoy por hoy nadie puede permanecer aislado de tales acontecimientos a nivel global. Nadie puede mirar hacia otro lado porque para donde mires, “eso” esta, lo ves, lo oles, lo sentis, lo palpas. Es real.

A veces me aterrorizo, otras no. Por un lado pienso que es importante o interesante, vivir para experimentarlo y contarlo tal vez en un futuro y claro, que por otro lado hubiera deseado que nada de todo esto, sucediera.
Pero sé que hay un punto que no podemos revertir, que no nos corresponde, que no es nuestro tablero y entonces, respeto o simplemente, acepto. Hay días que lloro y me nublo, hay días que sonrío y brillo. Pero últimamente, lloro y brillo a la vez, intentando establecer un equilibrio que tambalea en la cornisa.
Pienso que así debe ser y admito las reglas que no entiendo con la mente menor, terrenal, inferior, pero si comprendo desde otro lado. Miles de personas alrededor del mundo mueren por día, por miles de causas y enfermedades y sin embargo no lloramos a diario, ni nos paranoiqueamos, ni se detiene el globo. No tenemos conciencia, porque no todos los días la muerte nos toca tan de cerca…y cuando nos toca, ahí es donde nos sacude y nos hace replantearnos tantas incógnitas existencialistas y correr de un lado hacia otro, como una coreografía sin fin. Un amigo me decía hoy, que esto parece una película de las apocalípticas. Que se imagina en un tiempo, las calles desoladas y acota “Voy a ir a la librería a comprar suministros”, ambos reímos. Es un Artistas, y creo que lo ultimo que morirá en este mundo, será el Arte, porque es lo que nos salva siempre, de la muerte.

El cambio es ahora, el salto cualitativo es ahora. “El que quiera oír, que oiga” decía un Gran Maestro. Y a lo mejor, a veces me consuela pensar que algunas Almas partieron justamente por ser la más fuertes, la más evolucionadas y porque ya no tenían que “padecer” todo este cataclismo para aprender quien sabe cuantas cosas. Seguramente, tendrán otra misión en Dios sabe donde, pero creo que se cae de maduro que hay algo que nos están diciendo. Hay que saber interpretar las señales, abrir los ojos y dejar de responsabilidad al azar, a la desgracia e incluso, a Dios mismo.

¿Dios, falta algo más?
¿Estas planeando una frutilla del postre?
¿La gota que rebalse el vaso?
¿El jake mate?
¿Te ayudo con algo?


Das miedo...últimamente, a la gente le metes miedo.
¡Y claro que soy gente también! Pero como buena humana, soy contradictoria y como buena pisciana, muy ciclotímica. Y hoy, no te apedreo, más bien intento escucharte.

¿Te alcanzo un barbijo? ¿Allá hay alcohol en gel?

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie;
el realista ajusta las velas.
William George Ward.


N.P.S
02/07/09

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