1 de octubre de 2009

Lo que acontece

Como la muerte remueve lo profundo provocando que el sedimento del fondo, el barro más oscuro, tome forma y personalidad. Como la muerte hace caer las caretas y como también afirma otras tantas. Como la muerte moviliza puntos invisibles de conexión y desconexión continuamente de manera sigilosa y estratégica. Como ata cabos y separa nudos. Como pincha y escarba. Como une y afianza. ¿Es la muerte en si o es el lugar vació que ella dejo? ¿Es la muerte en si o es ese gran lugar que ella ocupo? ¿Serán ambas cosas? ¿No será ninguna? Será…lo que fluya y se estanque. Como la muerte ha transfigurado la vida de todos, o de algunos, o la nuestra, sobrino. Eslabones que se pierden producen cadenas que se cortan. Funcionamientos grupales que cambian, roles ausentes, grupos desmembrados. Recambios energéticos, costumbre, miradas, maneras. El vacío de representaciones progresivo que se diluye en cada parpadeo. La no inscripción en el inconciente. La conciencia plagada de ideas mentales, la materialidad obsoleta de pendientes abstracciones ridiculas. La mirada parcial de la mano de la mente menor que no se acalla y pincha e intenta convencernos, una y otra vez. Limpiar el polvo de la lente interna y observar sin prejuicios, sin presunciones, sin subjetividad ¿Cómo ser objetivos sin dejar de ser sujetos? ¿Cómo enfocar un punto sin que se desenfoque el fondo? ¿Cómo enfocar la realidad si esta se diluye y cambia cada segundo del tiempo inexistente? ¿Cómo pensar en un pasado que ya no existe y como pisar un futuro que se escapa en cada paso que damos? El tiempo es ahora, es hoy, es esto. Soy yo escribiendo en esta pequeña libreta acurrucada entre almohadas. Lucida, amplia, pensando que la vida siempre vale la pena y que es un juego de aventuras sorprende que no deja de maravillarme. El tiempo soy yo esta madrugada, intentando desenmarañar un poco todos estos procesos que la muerte produce en las personas, en los vínculos, en los grupos, en el mundo.
El tiempo es ahora. Sos vos leyendo esto, son tus pensamientos automáticos de este mismo instante. Ese es el tiempo. No el reloj, no el mental, no la coreografía sin fin que bailamos diariamente.
El ritmo interno. El magma de la Tierra. La sincronía perfecta. Ese es el tiempo.
Sin dudas todos los momentos empiezan a nombrarlo.


Habrá un año en que habrá un mes en que habrá una semana en que habrá un día en que habrá una hora en que habrá un minuto en que habrá un segundo y, dentro del segundo, habrá el no tiempo sagrado de la muerte transfigurada."
Clarice Lispector.


N.P.S
01/10/09

Fotografia: Chema Madoz

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